incendios por acumulación de hollín.

Volver a la chimenea es una buena idea… si no nos olvidamos de los riesgos de incendios por acumulación de hollín.

Con la crisis, muchos hogares vuelven a utilizar la chimenea. Con razón, usar la leña tiene muchas ventajas:

  • Es más barata que el gas y el gasoil.
  • Es una energía renovable (vuelve a crecer si plantamos árboles).
  • calienta zonas determinadas de nuestra vivienda. De manera indirecta, calentamos solo lo que necesitamos, en general las zonas comunes.
  • Se apaga sola… no hace falta programar ningún aparato. Parece obvio pero así evitamos calentar la casa cuando no estamos, supuestamente para “preparar” la calefacción. En regla general cuando llegamos de la calle, no sentimos frío en las viviendas. Nos da tiempo a encender la chimenea.

Pero de tanto ahorro que necesitan realizar las familias, los deshollinadores nos encontramos con cada vez más chimeneas que están 3 o 4 años sin limpiarse, inclusive en las comunidades de vecinas y vecinos. Consecuencia: las chimeneas se incendian por acumulación de hollín.

Incendios de chimeneas: lo que tenemos que evitar son las imprudencias.

 Las chimeneas se incendian y esto ocurre por diversas razones, la mayoría de ellas por imprudencias:

  • no las deshollinamos,
  • encendemos usando líquidos inflamables;
  • usamos demasiada leña creando grandes llamas;
  • a veces, dejamos cerca muebles o ropa tendida;
  • no tenemos cuidado con las chispas o las provocamos. Usa rejas para evitar la propagación de llamas.
  • nos acostamos dejándola encendida o con brasas muy vivas;
  • abrimos la puerta del cassette demasiado rápido, etc.

Cuando se prende fuego una chimenea no siempre nos damos cuenta. En muchas ocasiones son nuestros vecinos los que ven salir las llamas por el tejado y que nos avisan. En cualquier caso, lo más importante es saber que las chimeneas se deben de deshollinar cada año si utilizas la chimenea varias veces a la semana, y cada dos años si la utilizas solo en fines de semana.