Si tu extractor lleva mucho tiempo sin ser limpiado por profesionales, cuando llega el calor, la grasa va licuándose dentro del conducto. Por fuera, el personal de cocina puede limpiar la parte más cómoda pero existen zonas de difícil acceso, por lo cual los encargados de hacer esta limpieza deben de ser profesionales del sector de la limpieza industrial, especializados en conductos y sistemas de extracción de humos.
Por ello, recomendamos que si trabajas en la cocina de un restaurante, los conductos de extracción deberían llevar uniones entre conducto y conducto totalmente selladas para evitar fugas de grasa y lograr una mayor estanqueidad.
Es frecuente que de repente un restaurante nos llama para limpiar la grasa de sus extractores a partir del verano. ¿Sabes por qué? Simplemente porque de repente el conducto ha empezado a filtrar grasa líquida y suelta una gota cada día. No es agua, no hay charco pero de repente, se detecta grasa en el suelo, a metros de distancia del extractor. Es el conducto que pierde grasa. El riesgo de incendio es impresionante ya que si una chispa llega a adherirse a la grasa acumulada, en cuestión de segundos, se inflamará el conducto en su interior.
Frecuencia de una limpieza de la grasa de extractores de humo
- Para los restaurantes y hoteles, establecimientos de comida rápida con muchos fritos o con mucha clientela diaria, se requiere de una limpieza frecuente de cómo mínimo entre 4 o 6 meses, pero, si no existen filtros, se tendrán que limpiar cada mes o 2 meses.
- Para los restaurantes de tipo hamburguesas o barbacoa, la limpieza tiene que ser entre 2 y 6 meses ya que la grasa que contiene la carne y el hollín del carbón es potencialmente inflamable.
¿Qué os recomendamos a parte de una limpieza anual?
Existen en el mercado dos tipos de filtros: de malla metálica y filtros de lamas. Los más recomendables son los de láminas ya que los de malla metálica son potencialmente más peligrosos a la hora de un incendio ya que acumulan muchísimo más grasa.
